miércoles, 14 de enero de 2015

#galeras#inquisición#sodomía#edadmoderna#

Las galeras del Mediterráneo eran naves movidas por galeotes - en su mayoría, condenados al remo, por un  número variable de años, pero también hubo hombres que se enrolaban como tales. Los bancos donde iban sentados los remeros estaban situados en la cubierta, por lo que estaban a merced de las inclemencias del tiempo. Los condenados estaban unidos por una cadena, que sólo se soltaba cuando el reo quedaba libre, o moría. 
La alimentación consistía en una galleta llamada bizcocho, hecha de pan integral, y cocida dos veces, para evitar su fermentación. Era tan duro que hacía que los hombres - junto con el escorbuto - perdiesen la mayor parte de sus dentaduras. Cada día recibían una ración de habas - la legumbre más barata - y en ocasiones especiales se les daban arroz, o garbanzos. El agua apenas la bebían - sólo la tomaban en casos extremos - porque estaba podrida. Decían que a ese agua le había dado un mareo. Los condenados debían mantener la ropa limpia, el no hacerlo comportaba un castigo. Los castigos más habituales eran los azotes, recortar nariz u orejas, infligirles quemaduras, etc. Eran frecuentes los azotes, que se les daban en la cubierta a la vista de todos.
Los castigos a muerte eran el descuartizamiento: se colocaba al reo en una barca con cada uno de los pies y las manos atados con una cuerda que llegaba a cada una de cuatro galeras, que a la orden de "remar", lo hacían en cuatro direcciones diferentes. Otro método consistía en atar al reo en la cubierta de la nave, sin que le tocasen los pies al suelo. Se le colgaba de los testículos una bolsa que contenía balas de cañón, lo que hacía que se le desprendiesen y le provocasen la muerte.       

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